15 Mar Judith decapita a Holofernes
En 1612 la artista italiana Artemisia Gentileschi – largo tiempo silenciada, como muchas otras – pinta “Judith decapitando a Holofernes”, basándose en un relato de origen bíblico que cuenta cómo una joven viuda judía acaba con la vida del general asirio que se ha encaprichado de ella, mientras él yace rendido por la ebriedad. Lo hace para denunciarla violación sufrida a manos de Agostino Tassi, pintor también con el que su padre había trabado amistad, en un tiempo en el que ser mujer y artista suponía estar doblemente estigmatizada.
(imagen del cuadro)
JUDITH SON TODAS
El pasado 8 de marzo cientos de miles de mujeres se movilizaron y congregaron en toda España alzando la voz para reclamar justicia por tantos siglos de maltrato y desprecio. Todas ellas son Judith. Cada una de ellas empuña en su mano la daga de una convicción y una certeza que han de poner fin a la vida de un Holofernes que, durante demasiado tiempo, ha realizado a sus anchas el ejercicio libre y despótico de una violencia sistémica.
Hartas del machismo rancio y trasnochado impuesto por el patriarcado de este tirano, unidas en armónico acuerdo e impulsadas por una causa noble y justa, libre del velo turbio que impone toda ideología, han decidido dar muerte simbólica – anhelamos que por última vez – a este atávico monstruo, rijoso y borracho de violencia y poder.
El pasado 8 de marzo todas las mujeres también eran Artemisia, y con su gesto de valor y coraje, asestaron un golpe mortal a Holofernes.
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Por Fidel Martínez
(Sevilla, 1979) Ilustrador y autor de historietas
Licenciado en Bellas Artes, autor de los libros Sarajevo Pain (Norma editorial, 2020), Fuga de la muerte (De Ponent, 2016) y coautor ,junto a Jorge García, de Cuerda de presas (Astiberri, 2005)
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